Redescubre lo divino dentro de ti
Dios, Samadhi o el ego, Maya
En primer lugar, en modo meditación, aléjate de tu cuerpo de 5 a 10 cm, luego concéntrate en lo que pasa en tu cerebro hasta que puedas ver pasar tus pensamientos, simplemente obsérvate pensar. Te aseguro que esto no es tan complicado, y bastante rápido de lograr, repite la meditación 2/3 veces o más si no lo lograste la primera vez.
Entonces hazte la pregunta de:
-¿Quién me está mirando pensar?
Es Dios, el Samadhi, el punto cero de tu estado primordial de ser, que solo esta observando, no con los ojos sino a traves/con la conciencia.
Luego viene la ruptura, el descubrimiento en el mundo físico, de la materia donde formas, sonidos, colores, luces de diferentes matices están expuestos a nuestra mirada, ésta con ojos físicos pero es siempre y todavía la conciencia que es el observador, que sólo ve sin tocarlo.
Entonces empezamos a clasificar, a dar un nombre, a categorizar formas y colores, y luces, ...árbol, ramas, hojas, arbustos, verde, verde claro, verde oscuro, marrón, gris, negro, blanco, pálido, deslumbrante, apagado, iluminado, ruidoso, silencioso, armonioso,....etc
Luego viene la interpretación, y si Maya (ilusión) comienza en el párrafo anterior, aquí empieza a afianzarse con fuerza en esta etapa. Así que empezamos a interpretar las formas y los colores como agradables o no. Encendemos el fuego de la interpretación de las cosas que vemos desplegarse ante nosotros. Esto es bueno, porque me gusta cómo me hace sentir, o por el contrario no es bueno porque no me gusta cómo me hace sentir. Luego viene la opinión, la explicación, la interpretación de los demás.
-"Sí, eso te conviene, es más tú que eso, porque entiendes que...blablabla..."
Todo basado en la forma, el color, la luz y sonido.
Luego viene la memorización de la interpretación de estas experiencias vividas con estos sonidos, colores, luces, sentimientos, también la memorización de la interpretación de otros, padres, profesores, sociedad....etc
Y finalmente viene la identificación con estos recuerdos, y en esto momento, Maya toma toda su fuerza a través de la mente, porque cuando nos identificamos con nuestras experiencias y sentimientos, ya! no estamos simplemente mirando, sino interpretando, memorizando, identificándonos, la mente se ha encendido para no apagarse nunca más.
Olvidando nuestro estado original, creyéndonos estas identificaciones/memorizaciones/interpretaciones, construimos el ego, sus pensamientos, sus juicios, sus deseos, sus sentimientos que proyectamos sobre el mundo y sobre nuestro futuro.
Ya no somos Samadhi, Dios, sino el ego, estamos en Maya, el que sabe, el que quiere y el que se pone en movimiento, incluso corriendo para conseguirlo, desarrollando más su mente y por lo tanto su ilusión.
Oscilando entre el pasado interpretado y el futuro deseado perdemos el presente.
Puedes ser sin hacer, mirar sin tocar, para que tu presencia divina vuelva a tomar el control.
Christophe