Egrégores, Sueños, Purgatorio, Travesía...


Las primeras civilizaciones egipcias, antes de su decadencia, dejaron una serie de enseñanzas de las que no soy en absoluto un experto.

Pero me parece que muchas culturas de todo el mundo, cada una a su manera, hablan de un «río» con ciertos peligros, «trampas», «remolinos» y «torbellinos» que hay que conseguir cruzar después de la muerte para llegar a la eternidad o a lo eterno.

Me recuerda al «purgatorio» de las religiones, del que tampoco soy en absoluto un experto.

Pero seguro que hay algo que entender.

Vibracionalmente, frecuencialmente hablando, es fácil imaginar que no por morir uno se encuentra instantáneamente en la luz, en los brazos de Dios, sin haber eliminado todo lo que se aferra a nosotros, todo aquello a lo que estamos ligados por vivir nuestra vida en la tierra.

Imagino que este río o purgatorio representa todos los egregores, las ilusiones que hemos alimentado durante nuestra vida y que nos poseen y a las que pertenecemos de alguna manera.

Como todas las formas de adicción, dependencia, apegos desmesurados, identificaciones, pero también los pensamientos/estados que nos adormecen en ilusiones que nos parecen agradables en ese momento, como el romanticismo, la pertenencia a un grupo, a una ideología, a una corriente, por ejemplo, pero también nuestros miedos profundos.

Alguien que está muy, muy identificado con su carácter, sus pensamientos, sus traumas, sus experiencias, toda su vida, su historia, ¿recupera instantáneamente, en el momento de su muerte, su estado universal?

No creo que sea tan sencillo.

Creo que cuanto más hayamos hecho nuestro trabajo de liberación durante nuestra vida en la Tierra, más fácil será la «travesía».

Recuperar nuestra universalidad, disolver nuestra personalidad, ilusiones e identificación aquí en la tierra es un ahorro de tiempo para el momento en que estemos en el otro lado.

Esto nos ahorrará tener que nadar en los egrégores que son nuestros y ya se alimentan de nosotros vivos, así que por qué deberían dejarnos libres una vez que hayamos muerto, ya que ellos mismos están más allá de la vida en la tierra.

Son los demonios de la religión.

Pero también pueden ser positivos, aunque sigan siendo una especie de ilusión.

Nuestros sueños, o al menos algunos de nuestros sueños, pueden ser un buen indicio de lo que tendremos que afrontar después de nuestra muerte.

Y aquí voy a hablarte de lo que yo conozco como adicción, el egregor de la dependencia.

Cuando llega el momento de desconectar de nuestra adicción, cuando empezamos a dejarla de lado, aparecen por la noche extraños sueños en los que practicamos esa adicción que hemos abandonado en nuestra vida de vigilia.

Y en estos sueños una extraña sensación de no estar saciados con la práctica tal y como la hemos conocido y utilizado durante los días.

Como si el alivio aparente que nos había aportado en nuestras vidas ya no funcionara en nuestros sueños. Que las energías intercambiadas con una droga ya no iban en 2 direcciones sino sólo de ti hacia ella, hacia el egrégor.

Comprende que si una droga, un egrégor adictivo, te da un poco de energía mientras estás vivo, es siempre porque al final te quitará más energía. Crea un vínculo de pertenencia, una necesidad de ella.

Entonces cuando perteneces a ella, y una vez muerto por qué iba a seguir ofreciendo ya que sólo puede tomar de ti.

Armado con toda la energía de estas almas dependientes, le será más fácil animar a los vivos a unirse a él.

Y todas estas almas insatisfechas e insatisfechas sólo podrán sentir un poco de su antigua «felicidad» a través de los vivos que practican la misma adicción que les atrapó a ellos mismos.

Si se ofrece la inmortalidad, creo que la eternidad se gana aquí en vida.

Porque el mundo de los egrégores, si está más allá de la vida terrenal, no es eterno y debe reciclarse en algún momento, al final del ciclo...

Son memorias de la misma vibración agregadas, formando una entidad poderosa que nutre pero sobre todo se alimenta. Como principio universal de intercambio de energía, todo alimenta y/o es alimentado.

Ten en cuenta que son los verdaderos maestros manipuladores de este mundo terrenal.

 

Definición de un egrégor:

Un egrégor es un concepto que se refiere a un espíritu de grupo formado por la agregación de las intenciones, energías y deseos de varios individuos unidos por un propósito bien definido.

 

Christophe